Saliendo del recoleto puerto de Mundaka y con un fresquito céfiro de Levante, el pasado 29 de abril nos embarcamos en intrépida singladura por la ría que forma parte de la Reserva Biológica del Urdaibai. Pese a que el Astro Rey no se mostró en todo su esplendor, la experiencia fue de lo más placentera dado que el agua estaba como en un plato y la travesía contó con un apropiado aperitivo. Para rematar la jornada comimos en el aristocrático Castillo de Arteaga, que fue residencia ocasional de nada menos que la Emperatriz Eugenia de Montijo.
