Fieles a la tradición, nuestra reunión de noviembre del 2022 tuvo por objeto rendir tributo a la memoria de nuestros compañeros desaparecidos, alguno de ellos en fechas muy recientes, con la celebración de una misa dedicada a su recuerdo. La siempre ardua tarea de encontrar un recinto sagrado y un oficiante fue brillantemente resuelta por nuestro compañero Ángel Sánchez quien, al alimón con Javier Garayzar, se encargó de organizar y llevar a cabo la primera parte del programa del día.
Con un fichaje de magnitudes galácticas, Ángel Sánchez se las ingenió para conseguir que le misa la oficiara nada menos que el provincial jesuita de Loyola, Juan José Echeberría que también pertenece al claustro profesoral de la Universidad de Deusto. Consecuentemente, la misa se celebró en la recoleta capilla románica del la docente institución.
La segunda parte del programa, perfectamente implementada por Javier Garayzar, consistió en la documentada charla que nos ofreció Miguel Ángel Fernandino, compañero del Banco y amigo de todos, sobre su experiencia tras varios mandatos como presidente del Banco de Alimentos de Bizcaia. Estas entidades, de las que hay 950 repartidas por todo el mundo, parten de la primera que nació en 1967 en Phoenix (Arizona) con la misión aprovechar los alimentos que habitualmente se desperdiciaban por excedentes de producción, defectos de envasado, proximidad de la fecha de caducidad, etc. Sobre la mesa de un reservado de La Bilbaína, donde más tarde nos servirían la comida, Miguel Ángel Fernandino nos ofreció una documentada disertación acerca de tan interesante asunto. En el video que antecede a estas líneas se recoge el testimonio en imágenes de la jornada.
