Siempre es agradable volver a Santander y más si para ello se elige un día tan radiante como el que coincidió con el pasado 28 de octubre. Provistos de la magnífica guía de Patricia, nos dedicamos a ver el Santander que se formó a raíz de hacer la monarquía su lugar de veraneo de esta localidad a principios del siglo XX. Como es lógico, la residencia real del Palacio de La Magdalena constituyó la parte fundamental de esta excursión.
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